Es la octava edición del Lancer o Carisma «Evo»; la primera apareció en 1992. Mitsubishi lo empieza a vender en España a mediados de marzo por 41.990 €.
Este Evo está derivado del Mitsubishi Lancer, un modelo que no vende en España y que lleva comercializando en Japón desde 2001.
Es un coche claramente más barato que la versión VII, el último precio de tarifa del Evo VII era 47.635 €. Su principal competidor es el Impreza Sedan WRX STI, que está a la venta con un equipamiento semejante por 42.200 €. Otras alternativas con carrocería cupé son el Nissan 350Z de 280 CV (entre 37.390 € y 40.950 €) y el Audi TT Coupé 3.2 250 CV quattro 6 velocidades (43.900 €) y 250 CV.
Es el primer Evo, bien derivado de un Carisma bien de un Lancer, que declara menos potencia que su predecesor. El que llega a Europa tiene 265 CV de potencia máxima, mientras que la versión japonesa sigue teniendo 280 CV, que es la potencia máxima que pueden tener las coches en Japón.
Creo que sigue siendo un coche con un nivel de estabilidad y eficacia muy alta, con tacto de dirección extraordinariamente preciso y unas reacciones que no se encuentran casi en ningún coche. Sus suspensiones son durísimas y el intervalo que transcurre entre que el conductor mueve el volante y el coche apoya en la curva es mínimo. Llega al interior mucho ruido aerodinámico a velocidades más o menos altas, también se escucha claramente en aceleración el sonido del turbocompresor y, si el coche pisa gravilla, el ruido que emite al golpear los pasos de rueda se escucha muy poco amortiguado en el interior (tampoco tiene material aislante en el capó o en el maletero).
El motor funciona muy bien incluso a bajo régimen, pero lo mejor está entre 3.000 y 5.000 rpm, donde el empuje que da es muy fuerte. Además, sube muy bien de régimen hasta el corte de inyección (a más de 7.500 rpm), pero en estas circunstancias no tiene la energía ni la capacidad de aceleración que tiene un motor atmosférico de giro rápido (como un BMW M3).
Las prestaciones me parecen muy buenas y la capacidad de ganar velocidad muy grande, pero no es tan impresionante como otras versiones anteriores. La velocidad máxima declarada es 245 km/h y la aceleración hasta 100 km/h es 5,5 s (dato por confirmar). El anterior Evo hacía 253 km/h y aceleraba en la misma medición en 5,3 segundos.
Opcionalmente hay disponible un alerón trasero más grande y fabricado en fibra de carbono por 1.000 €. Además, hay una versión denominada «Elegance», que incluye asientos de cuero y cuesta 43.490 €.
Tiene aire acondicionado y airbags frontales, pero no puede tener climatizador, airbags laterales, de cabeza, o ningún tipo de automatismo para cerraduras, limpiaparabrisas, o luces. Los asientos delanteros son unos bacquets Recaro reclinables, más anchos y con menos apoyo lateral que el Evo VII. El volante es de la marca Momo.
Su longitud es 35 mm mayor porque tiene unos parachoques distintos, pero es igual en el resto de las mediciones externas que el modelo anterior. Tampoco cambian las dimensiones de la batalla o la anchura de las vías.
Con respecto al Evo VII, el Evo VIII tiene otro diferencial trasero (ahora se llama «Super AYC»), cambios en el motor, más rigidez en el chasis y menos resistencia aerodinámica.
No hay cambios en los neumáticos, que son unos 235/45 ZR 17 y ni en los frenos delanteros, que son de 320 mm de diámetro. Los traseros son de 300 mm de diámetro en lugar de 302 mm del modelo anterior. Los cuatro discos son ventilados y las pinzas de freno son de la marca Brembo.
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